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Volviendo a casa

No había sido feliz, pero la suerte ya estaba echada. Un golfista le había dicho hacía sólo unos pocos días que estaba más cerca del hoyo que de la salida. Rumió por un rato ese recuerdo mientras miraba el río ancho y marrón. Los últimos años de vida, lejos de lo que mucha gente piensa, puede ser un período placentero. La certeza que ya nada tiene demasiado sentido brinda una suerte de indulto al sentimiento de culpa. Él estaba tranquilo, no había hecho nada demasiado trascendente pero tampoco había hecho el mal, mucho menos en forma intencionada. Tomó un cigarrillo y lo llevó lentamente a la boca. ¿Qué le hacía una mancha más al tigre? Se recriminó no haber comprado antes un mechero como el que tenía en su mano, pero desdeñó rápidamente ese reproche minúsculo e innecesario. La edad trae muchos problemas pero también algo de sabiduría y él había aprendido a no preocuparse por lo irrelevante. Pensó en sus mujeres, en todas con cariño. No sabía nada que era de sus vidas pero estaba segu

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